sábado, 1 de agosto de 2015

Temas de Salud - Halitosis

Las causas de la halitosis o mal aliento van desde la escasa higiene bucal, a las enfermedades relacionadas con los pulmones, aparato digestivo, nariz o garganta.

¿Qué es la halitosis?

La halitosis es el término médico o científico de “mal aliento”. Es un síntoma o un signo caracterizado por el mal aliento u olor desagradable de la cavidad oral.
Estudios científicos han demostrado que aproximadamente el 30% de la población se queja de halitosis o mal aliento, un problema con solución. Casi todo el mundo presenta halitosis al despertar por la mañana, después de varias horas de sueño nocturno, cuando las estructuras de la boca han estado en reposo y la producción de saliva ha sido muy escasa. Sin embargo, las personas que producen un olor desagradable durante todo el día, un fenómeno que su entorno percibe claramente, sufren de halitosis o halitosis crónica.
Las causas de la halitosis pueden ser múltiples, desde escasa higiene bucal, hasta enfermedades relacionadas con los pulmones, el aparato digestivo, la nariz o la garganta.
El mal olor de la boca se produce por la descomposición bacteriana de restos de alimentos entre los dientes, de saliva, de células de la mucosa oral o de sangre que generan sustancias volátiles y componentes de sulfurados. Debido a esta producción de sustancias, la mayoría de las halitosis tienen su origen en la cavidad oral como uno de los primeros síntomas de un problema de encías y asociado a una higiene oral escasa, presencia de placa y sarro. Hay alimentos que producen halitosis específicamente .
El peor evaluador del mal olor es el propio individuo y los estudios han demostrado claramente la incapacidad de la propia persona para medir la magnitud de su halitosis. A menudo, las personas que sufren halitosis toman conciencia de este problema cuando un familiar, un compañero de trabajo o un amigo se lo hacen saber. Algunos de los síntomas más frecuentes son:
  • presencia de una capa blanca o amarillenta en la lengua
  • boca seca, saliva espesa, lengua ardiente
  • sabor desagradable por la mañana
  • peor después del consumo de alcohol, tabaco, café, productos lácteos o dulces
  • las personas del entorno me ofrecen chicles o pastillas de menta muy a menudo
  • la gente aparta la cara o da un paso atrás
  • sabor ácido, amargo o metálico persistente

¿Cuáles son las causas del mal aliento?

Muchas veces el mal aliento no se diagnostica correctamente atribuyéndolo injustamente a una enfermedad del estómago, a una pulmonía o una sinusitis. Hoy en día la ciencia médica ha comprobado que el mal aliento se origina en un 90 por ciento de los casos en la boca y no en el aparato digestivo, los senos nasales o los pulmones.
Está también demostrado que la verdadera causa del mal aliento se debe a compuestos sulfurosos producidos por bacterias anaerobias que viven en la superficie de la lengua y la garganta. Este grupo de bacterias sobrevive y prolifera en un ambiente oral carente de oxígeno. Por ello estas bacterias se sitúan en zonas de la cavidad oral donde el oxígeno llega difícilmente como la encía que hay entre los dientes, la parte trasera de la lengua y la faringe, entre los dientes, las bolsas periodontales y otros sitios difíciles de limpiar.
En determinadas circunstancias estas bacterias inician una descomposición rápida de proteínas, lo que se traduce en una mayor producción de aminoácidos que a su vez liberan sustancias sulfúricas olorosas. A estas sustancias problemáticas se les llama “compuestos sulfúricos volátiles” que se evaporan y pulverizan rápidamente, llegando fácilmente a otras personas en forma de un aliento desagradable.
Por razones que todavía se desconocen algunas personas tienen más bacterias que otras. Existen varias teorías al respecto: cambios hormonales, toma de medicamentos, muchas veces antibióticos que producen un desequilibrio en las bacterias orales, o predisposición genética.

Diagnóstico y tratamiento del mal aliento

No podemos olvidar que el mal aliento es un síntoma tras el cual puede esconderse un problema de salud, de ahí la importancia de acudir a un dentista especializado que establezca el diagnóstico correcto e indique qué estrategias terapéuticas seguir para lograr un tratamiento eficaz.
En la actualidad es posible medir científica y objetivamente los olores que se originan en la cavidad oral mediante la utilización de herramientas de alta tecnología, uno de ellos es el cromatógrafo de gases, un instrumento de medición que registra la concentración de los diferentes compuestos de sulfuros volátiles pudiendo así hacer un buen diagnóstico del origen de la halitosis.
Si la halitosis no es oral, un caso poco frecuente, es importante que el dentista diagnostique la procedencia del problema y remita al paciente al médico especialista más adecuado, generalmente el otorrinolaringólogo. Si es de origen oral, la halitosis puede estar asociada a enfermedades periodontales:gingivitis y periodontitis. De ahí que sea el periodoncista, el especialista en las enfermedades que afectan a las encías y al hueso que soporta el diente, el más indicado para detectar y aconsejar el mejor tratamiento para un caso de halitosis.
Las implicaciones psicológicas del problema del mal aliento han sido estudiadas en profundidad. Mientras que muchos pacientes conviven sin darse cuenta con un importante problema de halitosis, otro grupo de pacientes está obsesionado con sus problemas de mal aliento, que solamente ellos detectan. Incluso puede darse el caso que no exista mal olor bucal pero que un paciente insista en que tiene halitosis. En estos casos hablamos de pseudohalitosis. Un buen diagnóstico ayudará a conocer si se trata de halitosis real. 

Si alguna vez ah expulsado por la boca, trozitos blancos, amarillentos o ligeramente verdes, su problema de mal Aliento no esta en sus dientes o lengua esta en sus Amígdalas. A continuación encontrara información que le ayudara a entender mejor la raíz de su actual condición 



Cómo quitar piedrecillas de las amígdalas (tonsitolitos)

Los cálculos o piedras amígdalinas, también conocidos como tonsilolitos, son depósitos de calcio pequeños de color blanquecino que se pueden encontrar en los cráteres de las amígdalas. Por lo general se debe a que los restos de comida se alojan en estos cráteres, las bacterias comienzan a alimentarse de ellos y los digieren hasta que se convierten en una suciedad maloliente que conocemos y odiamos. Las piedras de la amígdala son frecuentes en las personas con cráteres profundos. Aunque generalmente se desprenden cuando toses y comes, y la intervención médica o en el hogar es a menudo innecesaria, existen varios métodos para eliminar estos depósitos calcificados.

Método 1 Hisopo o pasador
Método 2 Irrigación oral
Método 3 Gárgaras
Método 4 Intervención médica

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